Epitafio para las tardes tranquilas
El olor de los días es un océano invisible por donde vagamos sin saber donde queda la costa. Somos islas. Rafael Chaparro. Creo que las palabras siguen siendo infantiles tocan algo de Jazz melodramático cuando juegan al escondite para pasar el rato entonces me queda tiempo para pensar para ser artista oficinista o oficinista artista da igual. Hasta ahora estoy apagando las velitas nunca entendí esa fecha una por cada sueño o por cada persona ¿para que las dejan perecer? esperma derretida sobre el cemento que dura allí todo el año. Creo que lo único que no se derrite es el pavimento alegre de esta ciudad con Botox ensueño que voy a castillos por el volando con una princesa escasa mientras tomamos una soda energizante que sabe a vómitos de primavera. Hay gente que tiene que escribir hablando otra leer en voz alta aguda grave afónica a mi siempre me gustó el silencio depronto voy a comprarme un Compact Disk de silencio y ponerlo a todo volumen si hay casettes también los compro