Charlie

(άγγελος o ángelos) mensajero de los dioses seres encargados de otorgar el saber y guiar al humano. Ofrezco la hoja en blanco de mi respiración cuerpo de sal rociado sobre el calor de luna Calor fulminante que cega el sabor de tus oídos Tus ojos cafés que no se mezclan con el engaño qué sabor tan hermoso el ruido de tus labios La música baila coja cuando tú no la cantas tú voz es solo un murmullo cuando te alejas escucho la felicidad de tu mirada hecha sonrisa Tiemblan las palabras voraces como terremoto la espera es eterna pero eterno tu mundo inexplorado mis tímpanos se quedan mudos por el éxtasis de tu voz Soy el peregrino de tu templo de tus ojos de tu piel el caminante del cielo que apuesta a los dados el fugitivo plateado sonrojado Si amar es pecado pago penitencia en el purgatorio por ver tu sonrisa al diablo todos los demonios.

Faltan mas refractores. Cielo con insomnio que se suicida con una cuchilla oxidada su sangre cristalina destruye el pavimento la gravedad domina al amuleto que imperfecta es la perfección y que tristes tus besos insípidos como pajaritos que cantan a las dos de la mañana iracundos del letargo y el sueño Oscuridad que me revive egocentrismo en carne viva Cubre todo este tesoro de los violadores Concierto de luciérnagas para vestirse de playa con todo y sandalias tres puntadas que se exiten los grillos que griten por su frigidez y que tengan otro sexo sin compromisos El eco constante se pierde en la armonía y nos vuelve sordos la gente duerme los postes son lugares de trabajo las prostitutas con sus vaginas frías buscan unos billetes que las calienten farolas amarillas que paraíso para los mosquitos hasta la ausencia de noche Mientras los televisores sonámbulos buscan algo de pornografía para masturbarse un rato los soñadores se despiertan y olvidan los sueños corazones fríos por ahí tira

Todo se fue por el inodoro. El caracal que acecha escondido es del tamaño de tu blasfemia mitómana adicta de mi soy tu luz y tu una luciérnaga El arte se fue por la cañeria la luz se apagó por el bombillo fundido tu yaces muerta gris como parís intrigante como el sabor de tu expiración sonidos guturales que me excitan que alegría de zoquetes